3 Tips para estudiantes de maestría

Tu maestría va a ser una época muy ajetreada. Pronto tendrás que prepararte mucho más para las clases y los seminarios, y todo se agitará aún más cuando te pongas a trabajar y solicites trabajo o más estudios al final de la carrera. Lo que necesitas es una serie de trucos para ponerte manos a la obra. En las escuelas de maestrías de calidad, aprenderás mucho y necesitarás de tips que te ayuden a mejorar tu estudio y a facilitarte las cosas.

Por suerte, hay algunas cosas sencillas que puedes hacer para facilitarte la vida cuando te embarques en tu viaje de maestría. Mejor aún, son cosas que puedes preparar ahora, antes de empezar, o incluso antes de presentar tu solicitud.

A continuación te explicamos cómo:

Haz copias de seguridad de todo

Todo el mundo conoce una historia de terror relacionada con un trabajo del que no se hizo una copia de seguridad:

Ya se trate de un estudiante de maestría que perdió una memoria USB con sus datos meticulosamente recopilados, o de alguien a quien le robaron el portátil el día antes de la fecha límite de entrega de su tesis.

No se convierta en esa persona. O, al menos, si eres esa persona y pierdes tu portátil, no dejes que arruine tu experiencia de posgrado.

Invierte en un disco duro externo o una memoria USB de gran capacidad, y asegúrate de guardar todo tu trabajo en ellos a medida que avanzas. Luego guárdalo en un lugar seguro y protégelo como si fuera tu casa.

También puedes enviarte por correo electrónico el último borrador de tu trabajo y guardarlo en la nube (Google Drive, Dropbox, etc.).

Mejor aún, haz todo lo anterior. Nunca te limites a guardar tu trabajo en el ordenador, sobre todo si utilizas un ordenador universitario, donde es fácil que se pierda.

Lleva siempre el trabajo contigo

Haz copias de seguridad de tu trabajo, pero no te limites a dejarlo ahí:

Como estudiante de máster, puede que desees tener más horas al día para dedicarlas a tus estudios. Con tanto que hacer en un año, puede resultar difícil saber cómo abarcarlo todo.

Una forma de aliviar este problema es llevar siempre encima un trabajo.

Nunca sabes cuándo te vas a encontrar en un atasco en el autobús o esperando 20 minutos en una cafetería a que aparezca un amigo. Si llevas un trabajo en el bolso o en el móvil, puedes aprovechar ese tiempo para leer más o tomar notas para un seminario.

Incluso diez minutos al día suponen más de una hora de trabajo extra a la semana.

Duerme las horas adecuadas

A muchos estudiantes de maestría les resulta difícil abandonar los hábitos universitarios de trasnochar y acostarse. Con tanto trabajo que hacer, puede resultar tentador sacrificar un buen descanso nocturno en favor de dormir hasta tarde.

Pero no subestimes la importancia del sueño: La falta de sueño puede repercutir negativamente en el aprendizaje, la salud mental y el bienestar físico.

El NHS recomienda que los adultos duerman entre seis y nueve horas cada noche.

También sugiere que es importante establecer y seguir una rutina de sueño para ayudar a regular el reloj natural del cuerpo.

Así que averigua lo que funciona para ti, tanto si eres madrugador por naturaleza como si prefieres quedarte despierto hasta tarde. Una vez establecido esto, asegúrate de que tu dormitorio es adecuado para dormir.

El dormitorio puede influir mucho en la calidad del sueño. Manténlo ordenado y apaga las luces brillantes y las pantallas mucho antes de acostarte.

Intenta ser disciplinado. Si duermes demasiado, es fácil que te sientas perezoso y cansado. Aunque tu horario sea bastante libre, intenta no superar el máximo recomendado de nueve horas.

Establece una buena rutina de sueño entre semana y llegarás con los ojos brillantes y la cola tupida a todas tus clases y compromisos de posgrado.

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